Visión del Banco Central sobre el proceso de bancarización en la República Dominicana
Visión del Banco Central sobre el proceso de bancarización en la República Dominicana
De manera particular, se ha citado que, en la más
reciente entrega de la referida encuesta, el porcentaje de adultos que reportan
tener una cuenta bancaria es de 51.3 % en 2021, menor al reportado en 2017 de
56.2 % para la República Dominicana. Asimismo, refieren estos análisis sobre la
FINDEX 2021 que dicha reducción se manifiesta igualmente, en menor o mayor
proporción, en otros indicadores asociados al acceso a productos financieros
que son incluidos en dicha encuesta, como es el caso de la tenencia de tarjetas
de crédito y débito, la recepción o envío de pagos digitales, la propensión al
ahorro o endeudamiento en instituciones financieras reguladas, entre otros.
Si bien se han citado razonamientos en torno a la
metodología de la encuesta FINDEX 2021 para explicar la reducción de los
indicadores reportados por el Banco Mundial, a continuación, se presentan otros
elementos que deben ser ponderados para la mejor contextualización de las
informaciones y análisis sobre la tenencia de productos bancarios y el nivel de
bancarización en el país.
El acceso financiero en República
Dominicana como tendencia de mediano plazo
Para saber dónde estamos, es importante ver primero de
dónde venimos. En el caso del acceso a los servicios financieros, es
conveniente adoptar una visión de más largo plazo, que incluya tanto la
evolución de los principales renglones del sistema financiero, así como los
instrumentos de pagos y los subagentes bancarios, para procurar un análisis integral
de la actividad financiera en la República Dominicana.
En ese sentido, si en lugar de comparar los datos de
la encuesta FINDEX en sus últimas dos entregas (2017 y 2021), adoptamos como
punto de partida la primera entrega de dicha encuesta en 2011, se pueden
apreciar de manera más clara los avances del país en materia de inclusión
financiera, al observar que la tenencia de cuentas bancarias en entidades
reguladas en la República Dominicana se ha incrementado desde 38.2 % en 2011 a
51.3 % en 2021.
A su vez, la actividad financiera medida en 2021 por
los indicadores de profundización financiera, sugiere que los activos, créditos
y captaciones del público siguen creciendo en proporción con la actividad económica,
elemento de particular significancia, considerando el alto nivel de crecimiento
que, de forma sostenida, exhibe la economía dominicana. Puntualmente, para
2021, los activos del sistema financiero superaban el monto de RD$2.8 billones,
cercano al 51.2 % del producto interno bruto (PIB) para una expansión de 10.9
puntos porcentuales respecto de 2011; la cartera de créditos armonizada, con un
total de RD$1.5 billones en 2021, representaba en torno al 28.0 % del PIB, 4.3
puntos porcentuales superior a 2011, en tanto que las captaciones de recursos
del público ascendían a RD$2.3 billones al cierre de 2021 y aproximaban al 42.8
% del PIB, mayor en 8.9 % a la cifra de 2011.
Por su parte, al cierre de 2021, año en que fue
realizada la más reciente encuesta FINDEX del Banco Mundial, el sistema
financiero dominicano ya contaba con 5,043 subagentes bancarios registrados, es
decir, cercano a uno por cada 2,100 habitantes. En el caso de los instrumentos
de pago, para 2021 el volumen de operaciones con tarjetas, cheques y
transferencias electrónicas ya alcanzaba la cifra de 483 millones de
operaciones, más de tres veces el valor de 2011, significando un incremento de
30 operaciones por habitante. Finalmente, en 2021 los usuarios de internet banking totalizaban 5.6
millones, cuatro veces más que la cantidad observada para 2014.
En ese período de 2011 a 2021, diversas medidas pueden
explicar el incremento del acceso y uso a las cuentas bancarias, como el caso
de la aprobación por parte de la Junta Monetaria de las cuentas prepagadas en
2012, del Reglamento de Subagentes Bancarios en 2013 y la modificación al Reglamento
de Sistemas de Pagos en 2014, normativas que en su conjunto procuraban
dinamizar los medios de pagos, creando productos y puntos de acceso con énfasis
en las personas tradicionalmente excluidas en términos financieros, sea por el
costo de los productos o por encontrarse distantes de las sucursales bancarias.
De igual forma, ha de citarse la aprobación en 2018
del Reglamento de Seguridad Cibernética y de la Información que sentó las bases
para un marco robusto de ciberseguridad con miras hacia la digitalización gradual
de los servicios financieros, así como las medidas de debida diligencia
derivadas de la Ley No.155-17 de Lavado de Activos, diseñadas para preservar la
integridad del sistema financiero mientras extiende sus servicios hacia
sectores excluidos.
Estos breves comentarios permiten apreciar que la actividad
financiera en la República Dominicana ha estado caracterizada por una tendencia
creciente en la última década, con una mayor inserción en las operaciones que
son llevadas a cabo en la economía de nuestro país.
Sobre la reducción en la tenencia
de cuentas bancarias
Reduciendo el horizonte de análisis para centrarnos en
las últimas dos entregas de la encuesta FINDEX del Banco Mundial, es decir, los
años 2017 y 2021, que comparados presentan una disminución de 4.9 puntos
porcentuales en la tenencia de cuentas bancarias para República Dominicana, resulta
ilustrativo descomponer las fuentes de variación de este indicador conforme lo
detalla la misma encuesta FINDEX del 2021.
En este ejercicio es importante tomar en cuenta que
las encuestas constituyen instrumentos útiles para la recopilación de
estadísticas y estimación de indicadores, siempre que se consideren las
posibles limitaciones de representatividad y metodologías de recolección, por
lo que es recomendable analizar las tendencias de mediano y largo plazo de las
variables para evitar volatilidades puntuales. Según los anexos de dicha
encuesta, los datos correspondientes a la República Dominicana fueron
levantados del 1 al 30 de agosto de 2021, en forma presencial. Como todos
recordarán, para esa época el mercado laboral en la República Dominicana aún se
encontraba afectado por el choque extraordinario de la pandemia del COVID-19,
que provocó que se incrementara la incidencia del sector informal en la
generación de empleos, similar a lo ocurrido históricamente en momentos de
crisis económicas.
Partiendo de lo anterior y observando con mayor
detalle la medición de la tenencia de cuentas bancarias reportada en la FINDEX
2021, es importante destacar que los tres principales renglones
sociodemográficos de mayor reducción son los jóvenes, con una baja de 9.2
puntos porcentuales, las personas con un nivel de educación secundaria o más, que
registran una disminución de 7.9 puntos porcentuales; finalmente, las personas
de mayores ingresos, que verificaron una reducción de 6.0 puntos porcentuales.
Esta descomposición permite adelantar la conclusión de
que la reducción en la tenencia de cuentas bancarias observada en los datos de
la FINDEX del Banco Mundial puede ser un fenómeno de corto plazo. Para explicar
esto con mayor claridad vale hacer referencia a la Estrategia Nacional de
Inclusión Financiera 2022-2030, en la cual se documenta que personas con
niveles de ingresos bajos y volátiles, así como grados educativos inferiores a
una secundaria completa o que han alcanzado la adultez avanzada, tienden a no tener
productos bancarios en la República Dominicana y que estos elementos son de
difícil modificación en el corto plazo.
Sin embargo, para el caso que nos ocupa, las mayores
variaciones en la tenencia de cuentas bancarias observadas en la FINDEX 2021 no
se corresponden con esos factores mencionados de compleja modificación en lo
inmediato, sino que se concentran en segmentos sociodemográficos de mayores
ingresos, mayor nivel adquisitivo y menor edad, los cuales cuentan con
capacidad presente y futura de demanda de productos bancarios y, en un entorno
favorable, pudieran revertir la tendencia de corto plazo de reducción en la
tenencia de cuentas bancarias.
Bajo este razonamiento puede deducirse que, si bien se
redujo el nivel de tenencia en cuentas bancarias en 2021, conforme la medición
realizada por el Banco Mundial, dicha tendencia puede variar favorablemente y
con relativa rapidez, con un contexto oportuno y políticas financieras
adecuadas, al no haberse afectado desproporcionalmente a los segmentos
poblacionales vulnerables, los cuales, de haberse impactado adversamente y de
forma significativa, podrían haber inducido a una caída mayor en la tenencia de
cuentas y, hacia adelante, al aplazamiento de los resultados de las iniciativas
de inclusión financiera.
De forma más específica, puede notarse que la
reducción en tenencia de cuentas bancarias para los encuestados de menores
ingresos fue cercana al 54 % de aquellos con mayores ingresos; de igual forma
sucede cuando es comparada la reducción en la tenencia de personas con nivel
educativo de primaria o menos, la cual se ubicó en torno al 51 % de aquellos
con grado educativo de secundaria o más.
Sobre las acciones de política
adoptadas
El panorama descrito con anterioridad, sobre las
oportunidades que persisten en la República Dominicana para potenciar las
condiciones de acceso a productos financieros, ha sido una temática ampliamente
conocida y valorada desde el Banco Central. En efecto, así lo expresó este ente
emisor al publicar la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera 2022-2030, elaborada
y coordinada en conjunto con el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de
Industria, Comercio y MIPYMES, la Superintendencia de Bancos, la Superintendencia
del Mercado de Valores, la Superintendencia de Pensiones y la Superintendencia
de Seguros, así como las retroalimentaciones recibidas de un amplio conjunto de
instituciones vinculadas con la inclusión financiera en el país.
En ese tenor, la citada estrategia plantea como
objetivo central, hacia 2030, alcanzar un porcentaje de tenencia de productos y
servicios financieros de 65 %, para lo cual se estructura en seis objetivos: 1)
Profundizar el acceso al financiamiento sostenible y formal para personas y
MIPYMES; 2) Potencializar el acceso, uso y desarrollo digital de productos de
pagos, ahorros, seguros e inversión; 3) Propiciar un ecosistema financiero
competitivo e innovador, impulsado por la transformación digital y la
complementariedad con proveedores de servicios financieros no tradicionales; 4)
Fortalecer los mecanismos de transparencia y protección al usuario de los
productos y servicios financieros; 5) Mejorar las conductas, capacidades y
habilidades económico-financieras de la población para la contratación
informada, consciente y responsable de productos y servicios financieros; y, 6)
Generar investigación y conocimiento para identificar barreras y áreas de
avance en la inclusión financiera de la población.
Como parte de las iniciativas asociadas a las líneas
de acción de la estrategia se encuentra el Hub de Innovación Financiera que
inició sus operaciones en 2022, así como las autorizaciones para el inicio en
operaciones de las primeras cuentas de pagos electrónicos habilitadas por la modificación
del Reglamento de Sistemas de Pago aprobado por la Junta Monetaria en 2021, las
cuales totalizan 76,543 a octubre de 2022; de la misma manera, se cita la
autorización otorgada por ese órgano regulador para el inicio de operaciones
del primer banco digital en la República Dominicana, así como las iniciativas
adoptadas por la Superintendencia de Bancos en lo referente a las cuentas
básicas y el onboarding digital, en
este último caso proveyendo de mayor claridad en los procedimientos de apertura
no presencial de cuentas bancarias.
Próximamente se tendrán nuevos hitos alcanzados en el
marco de las coordinaciones y el apoyo interinstitucional que comprende la
Estrategia Nacional de Inclusión Financiera, como es el caso de la implementación
por parte del Ministerio de Industria, Comercio y MIPYMES del Sistema
Electrónico de Garantías Mobiliarias, que deberá suponer un logro sustancial
para el acceso al crédito de las MIPYMES, así como la nueva Encuesta de
Inclusión y Educación Financiera 2023, que reportará indicadores actualizados
sobre el estado de la inclusión financiera en el país y las capacidades
financieras de los usuarios de los productos que ofrece todo el sector
financiero.
A manera de conclusión, entendemos que a partir del
recuento anterior puede apreciarse que, en términos generales, la tendencia que
ha caracterizado a los indicadores de acceso a productos bancarios desde la
publicación de la FINDEX 2011, en la República Dominicana, ha sido positiva. En
ese tenor, si bien algunos indicadores dan cuenta de una moderación en el
contexto excepcional de la pandemia, se han adoptado políticas coordinadas
entre los sectores público y privado, aunadas a un entorno de estabilidad
macroeconómica, que proveen de razones para colegir que nos encontramos en el
camino correcto de un sistema financiero más inclusivo y con perspectivas muy
positivas hacia una mayor bancarización en la República Dominicana.
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